4/12/09

Magyarosi fue ejecutado

El Gobierno de Hungría envió a Bolivia, el 13 de noviembre, una solicitud formal para conocer el informe oficial aprobado por la Cámara de Diputados sobre el supuesto caso de terrorismo en Santa Cruz y el operativo del 16 de abril en el hotel Las Américas, que resultó en el desbaratamiento de una supuesta célula terrorista y la muerte de Eduardo Rózsa (boliviano-húngaro-croata), Árpád Magyarosi (rumano-croata) y Michael Dwyer (irlandés).
La información fue dada por el diputado Pablo Banegas, que, junto a su colega Bernardo Montenegro, se encuentra en Hungría buscando más datos sobre el polémico operativo, cuyo informe en conclusiones aprobó la Cámara de Diputados con la disidencia de los diputados de oposición.
Banegas señaló que ayer se entrevistaron con funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de Hungría, entre ellos el ex embajador húngaro en Argentina Mátyás Józsa, que ahora es director del Departamento de Seguridad e Información Tecnológica del Ministerio de RREE. También se encontraron con la madre de Árpád Magyarosi y su abogado, quienes le dieron a conocer antecedentes del fallecido y de su amigo Elöd Tóásó, arrestado en el mismo operativo y preso en San Pedro. A decir de los parlamentarios, Magyarosi y Tóásó, como se ha dicho varias veces, no cuentan con antecedentes penales en Hungría, peor en casos de terrorismo, en un país donde las autoridades son muy celosas en investigar estos nexos.
Según las averiguaciones, Magyarosi y Tóásó no tenían conocimientos sobre armas, ya que ni siquiera hicieron el servicio militar. Tóásó tuvo una operación a corazón abierto de niño y Magyarosi nació en Rumania, por lo que ambos estaban exentos de esa obligación.
Las autoridades húngaras también han señalado que ellos no saben cómo el Ministerio Público y la comisión parlamentaria boliviana señalan antecedentes de los supuestos implicados en terrorismo sin dar a conocer sus fuentes, algo que, según ellos, resulta fundamental en cualquier investigación.
Otra cosa que se pudo conocer es que Magyarosi entró en el país con una visa por 90 días, que le fue otorgada en Austria, ya que en Hungría no existe una representación boliviana, pero que hasta el momento ni el informe parlamentario ni el Gobierno boliviano han dicho algo al respecto.
“Vamos a seguir indagando. Tenemos pactado un encuentro con la novia húngara de Rózsa y con el periodista Andras Képés y su abogado”, dijo Banegas.
Képés fue el que le hizo una entrevista a Rózsa el 8 de septiembre de 2008, en la que supuestamente éste le confirmaba que venía a Santa Cruz a pedido de personas que le solicitaron formar un grupo de autodefensa de la región y posiblemente independentista.

Experto magiar señala que fue una ‘ejecución’
El perito húngaro en la Policía Especial de Operaciones Peter Tarjányi reveló que el cadáver de su compatriota Árpád Magyarosi tenía una bala en el cuerpo cuando lo regresaron de Bolivia y con esa evidencia podrán rastrear el arma de la persona que lo ejecutó.
También observó que tiene signos de tortura en el cuerpo, como golpes en la nuca, la espalda y el tabique nasal destruido por la fuerza de los golpes recibidos cuando aún se encontraba con vida.
“Veo claramente que él se entregaba a la policía de seguridad y levantaba las manos, por eso, observando el ángulo de las balas, se ve que una de ellas entró en su parte inferior del brazo mientras tenía las manos levantadas”, agregó Tarjányi, que también se reunió con los diputados Banegas y Montenegro.

Parte húngaro

- El experto húngaro en la Policía Especial de Operaciones Peter Tarjányi afirma que a Árpád Magyarosi le abrieron fuego en tres tiempos diferentes y desde distintos ángulos los siete balazos que acabaron con él desangrado.

- Señala que en las operaciones policiales normales que el objetivo y el procedimiento de la operación policial se establece siempre en la fase de planificación.

- La Policía antes de entrar en acción siempre sabe qué hacer, capturar o matar al sospechoso. En el caso Magyarosi, parece que el comando entró en la habitación con instrucciones claras para matar, señala el perito húngaro.